No soy una persona de bufetes

La realidad es que para empezar esto, debo confesar que soy muy delicado de mi estómago. Comer mucho picante o mucho en general nunca me ha caído bien. Con la edad eso ha sido más notorio. De ahí que nunca voy a los bufetes de alimentos. Es como pagar por enfermarme del estómago.

Las cuestión es que analizando mis hábitos de consumo en otras áreas me he dado cuenta que sucede lo mismo con mi consumo multimedia.

Los servicios de bufetes digitales tampoco me sientan bien. Cuando salió el Gamepass me pareció interesante y estuve suscrito un año, haciendo memoria puedo decir que al principio jugué mucho a todo y a nada. Después terminé jugando como los 3 mismos juegos y poco a poco dejé de usarlo.

En el caso de los servicios de música, es muy parecido, sigo escuchando las mismas bandas de toda la vida, esporádicamente agrego algo a mi colección, un nuevo álbum de un grupo ya conocido o alguna nueva banda que descubrí. Pero en general con la mensualidad que pago por el servicio pudiera comprar un álbum que ya sería mío.

Pagar por servicios de streaming de video se ha hecho caro: demasiados servicios y demasiada basura también, aunque nada es tuyo. Es tanto lo que se ofrece que es hasta difícil escoger que ver. En mi caso en ocasiones duro meses viendo la misma serie.

Solo creo que prefiero disfrutar de lo poco que me gusta y poseerlo, que estar suscrito a los servicios de esos inmensos bufets digitales que no aprovecho. No creo que alguien pueda desquitar y disfrutar todo ese contenido, de hecho nos faltaría vida para acabárnoslo.

#reflexion #Minimalismo #vida