Durante los últimos 15 años he trabajado en el mismo lugar. Durante este tiempo me he mudado siete veces… sí muchas veces. Por eso llegué la conclusión de que tener menos cosas es lo mejor en mi caso. Pero lo que quiero contar nada tiene que ver con eso. La cuestión es que durante aproximadamente 7 de esos 15 años he caminado gran parte de mi trayecto a la oficina, y al menos los últimos 15 minutos del trayecto han sido a pie.
Siempre me ha gustado caminar con tranquilidad, por eso salgo con bastante tiempo y en promedio llego a trabajar 15 minutos antes de la hora de entrada, aproximadamente a las 7:45 a.m. En mis 15 años nunca he llegado tarde a la oficina, sin embargo, es cierto que por diferentes circunstancias si he tenido que correr o hasta llegar muy justo, pero eso nunca ha sido lo normal.
¿A que voy? Pues resulta ser que a lo largo del tiempo y en muchas ocasiones, cuando ya caminaba con apuro porque el reloj pasaba de las 7:50 a.m, a dos cuadras de la oficina, me encontraba a una joven visiblemente desesperada que miraba a ambos lados de la calle haciendo señas con la mano esperando que se detuviera un taxi, que yo suponía la llevaría a su trabajo. Siempre me preguntaba ¿Habrá llegado a tiempo el día de hoy?
Por alguna razón, verla me causaba cierta ansiedad. Internamente deseaba que subiera pronto a ese taxi, que no llegara tarde, y que no le afectara laboral-mente. Esa joven no me conoce, ni siquiera sabe quien soy. Yo tampoco la conozco, pero de cualquier manera me generaba preocupación, pensaba que si fuera mi hija tendría que regañarla por no levantarse temprano… Que loco… 🤯
Pues hace un mes nuevamente sucedió, por el mismo lugar donde camino alcancé a verla como todas las demás ocasiones, pero esta vez algo cambió. Era un poco mas temprano, tal vez solo 5 minutos que hicieron la diferencia. Antes de llegar al lugar donde normalmente ella se movía con impaciencia observé como se detenía un taxi y la “Ya no tan joven subía a el”. La verdad descansé. Fue como si hubiera visto el final feliz de la película. Fue como si por fin aquella mujer hubiera seguido mi consejo y por fin hubiera llegado temprano a la oficina… 🤷